Sicut flos foeni. El canto exequial mozárabe
La historia del cristianismo en la Península Ibérica hunde sus raíces a través del rito hispano-mozárabe que, con casi dos mil años de historia supone una cadena de transmisión que conecta la liturgia de las tempranas comunidades cristianas, a través de al-Andalus, con el espíritu vivificador del Concilio Vaticano II. Dicha ritualidad es la forma en la que los diferentes pobladores ibéricos fueron adaptando la espiritualidad cristiana a las diversas necesidades celebrativas, como miembros de una sola Iglesia, dejando constancia de cada uno de los acontecimientos históricos en la eucología del rito.
Así pues, el programa interpretado por Psallendum en el concierto Sicut flos foeni. El canto exequial mozárabe se trata de una reconstrucción musical del rito según la reforma auspiciada por el que fuera arzobispo primado de Toledo, el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros. Si bien el repertorio está centrado en el oficio de difuntos, son numerosas las piezas que pueden escucharse tanto del ordinario (llamado offerentio) como del propio exequial.
Aunque se trata de un repertorio musical monódico basado en una composición modal eclesiástica, funcionalmente nada tiene que ver ni con el canto gregoriano ni con el rito romano; destacar la interacción continua, constante y repetitiva que existe entre los diferentes solistas (que en una celebración real serían varios sacerdotes celebrantes, diáconos y subdiáconos) que recuerda necesariamente a ritos de origen oriental (bizantino, eslavos). La lengua utilizada es el latín, lengua litúrgica de la Iglesia en occidente y que, como tal, siempre se mantuvo.
Todo el repertorio ha sido recuperado en exclusiva por los componentes integrantes de Psallendum, con lo que, probablemente, se trate de una de las primeras audiciones de estas piezas fuera del recinto sacro para el que fueron realizadas. Esto supone un gran esfuerzo de transcripción, edición y estudio que es muy de agradecer en el nombre del patrimonio musical español.